Cuando supe que estaba embarazada por segunda vez, senti una gran felicidad, sobre todo porque mi princess ya no estaría solita, pero al mismo tiempo sentí algo de miedo porque fueron 6 años de diferencia, me sentía como primeriza de nuevo.
Mucho antes de planear un segundo bebé, había decidido cargarlo en un rebozo, porque siempre me ha gustado la manera en que las mujeres de diferentes comunidades de mi país (México) y de otras culuras latinoamericanas portan a sus niños en él y a la vez hacen sus labores, sin descuidar también a los herman@s mayores.
Cuando nacio la Muky fue de manera inesperada, nos sorprendió por completo, ya que fue muuuuuy repentino, por lo que no nació en un hospital adecuadamente adaptado como era lo ideal. Lo primero que hicieron al tenerla fuera, en cuanto lloró me la pusieron en el pecho, juntito al corazón por arte de magia dejó de llorar y de ahi no la he separado nunca... Aparte tiene un sin fin de beneficios, sumando la cantidad de técnicas que existen para anudar los rebozos largos o cortos.
Por lo tanto le recomiendo a todas las mamás, papás, abuelitas, ti@s, herman@s mayores, todo aquel que tenga contacto con bebés y se preocupe por su bienestar pero sobre todo que ame con todo su corazón. Aparte es tan beneficioso no descuidar a una hermana mayor taaan demandante como la princess.....
Que sabia es la naturaleza, no necesitas sofisticación, basta recurrir a las señoras de antes, a esas mujeres que viven en un rancho, comunidad, etc., alejadas de tantas "modernidades".
Agarrar un trapo y meter en él al bebé, wow!!
Besitos!!!
